La radioafición es una práctica casi tan antigua como la
propia radio. Su ciclo de vida centenario ha obligado a esta disciplina a
frontar un buen número de evoluciones, de situaciones críticas y de
procesos de adaptación. Pero, a pesar del desarrollo de nuevas
tecnología comunicativas, esta forma de transmisión de mensajes continúa
sobreviviendo en nuestros días. Y ayer, en el marco de las XXII
Jornadas de Radioafición y Comunicaciones de Avilés, Juan Carlos
Rodríguez, soldador profesional y amante de la radio, dio a conocer la
expansión de este fenómeno de un confín a otro del territorio asturiano.
«Para preparar este trabajo estuve visitando los 78
concejos del Principado. Lo hice a razón de uno cada fin de semana,
desde 2008 hasta 2010». Así fue como Rodríguez pudo elaborar su estudio.
Cada sábado, si no surgía ningún contratiempo, «cargaba mi equipo en el
coche y me iba al concejo que correspondiese según el orden alfabético.
Una vez allí buscaba un lugar adecuado, montaba el equipo y las
antenas, y empezaba a transmitir y a recibir».
Los resultados de esta labor de campo arrojan un poco de
luz sobre la situación de este hobby en Asturias. «Resulta que en la
mayoría delos concejos no hay habitantes radioaficionados. Por eso, para
dar salida por radio a esos lugares, hay que desplazarse hasta ellos»,
explicó el ponente. El concejo en el que obtuvo un mayor número de
contactos fue Villayón, con 435, mientras que Amieva, con apenas 63, se
situó en el último lugar de la clasificación. Con todo, cada
participante obtuvo, como reconocimiento por su aportación, el Diploma
Asturias en Radio (DAER), elaborado por el propio Rodríguez.
A juicio personal del ponente, estos resultados son «muy
buenos, mejores de lo que esperaba», aunque no ocultan la disminución
del número de licencias de radio solicitadas. «Es algo que frustra, pero
que comprendo a la perfección», manifestó Rodríguez. «Para poder
dedicarse a esto se debe pasar un examen para conseguir el indicativo,
instalar una antena, adquirir unos equipos... Y eso, aparte de un
esfuerzo, supone una gran inversión económica». Una inversión que pocos
jóvenes están dispuestos a hacer hoy día, pues «prefieren arrancar el
ordenador y obtener comunicación con cualquier parte del mundo y en el
momento que quieran. Es algo fácil de comprender». Para Rodríguez, la
superviviencia de la radioafición pasa por «adaptarse a las nuevas
tecnologías y, así, abaratar costes».
Después de dos días de charlas y actividades, estas XXII
Jornadas finalizan esta tarde, a las 19 horas, con la última de las
ponencias previstas en el cartel. Así, Óscar Luis Lanza, cuyo
identificador es EA1DR, impartirá la conferencia 'Una isla con
demasiadas adversidades' en el auditorio de la Casa de Cultura.
Mi opinión personal es que además de la carestía de los equipos (que por otra parte siempre fueron caros), es muy difícil descubrir el encanto de la RADIO cuando vivimos en un mundo que no se entendería sin las comunicaciones actuales.
ResponderEliminarQuién descubrió la comunicación por radio como afición antes que los teléfonos móviles y por supuesto Internet, tenía motivos para asombrarse, pero, ¿Que adolescente se puede sorprender de que hablemos con Nueva Zelanda al amanecer en 40M?, cuando él sin hacer esfuerzos chatea con cualquier parte del mundo y además viendo la cara de su corresponsal...
O ponemos mucha imaginación y esfuerzos o a la vuelta de unos años seremos pocos y viejos los adictos a esta bendita afición.